Q’Pedro Pablo el café con pan, chela y buen ambiente que tienes que conocer en la Roma y la Juárez
¿Quién necesita un nombre cool para triunfar cuando puedes llamarte Q’Pedro Pablo y volverte el café favorito del barrio? Así comenzó esta historia: un día apareció un localito sencillo en la calle de Durango, en plena Roma, sin pretensiones y con un nombre que más bien parecía chiste interno. ¿Q’Pedro Pablo? ¿Es cafetería, panadería o nombre de trío musical? Nadie sabía bien, pero lo cierto es que este lugarcito se ganó el corazón de las y los vecinos… a punta de buen pan, café rico y chelas artesanales. Sí, parece una combinación rara, pero funciona tan bien como el chocolate con churros. Q’Pedro Pablo no tenía decoración pretenciosa ni luces neón con frases como “but first, coffee”, pero sí tenía alma. Y eso, en una zona llena de lugares “instagrameables”, ya es mucho decir.

Una amiga —que ahora creo tenía un romance secreto con el lugar— me llevó un día con la excusa de probar el pan de muerto. “No sabes, es ÚNICO”, dijo con ojos brillantes. Y no exageraba: estaba relleno de ganache de cerveza stout. Así fue como descubrí este pequeño paraíso cafetero-panadero-cervecero, y desde entonces regresé varias veces a por café bien hecho, pan recién horneado y chelas artesanales para todas las épocas del año.

Pero la historia no acaba ahí. El destino (y tal vez un GPS emocional) hizo que mi amiga se mudara a la Colonia Juárez, y adivinen qué: Q’Pedro Pablo también abrió sucursal por allá. Como si el universo se pusiera de acuerdo para que nunca estuviera a más de cinco cuadras de una cerveza artesanal. La nueva sucursal está en la calle de Marsella y es muchísimo más grande, con más mesas, más espacio para el chisme y también para la fiesta discreta.

¿Y qué se come aquí? Pues además del pan dulce que ya sabemos que está de campeonato, también hay desayunos, entradas, tacos y sándwiches que ellos elegantemente llaman entrepanes. Por ejemplo, puedes arrancar con unas boneless, unas sliders o una salchicha alemana llamada Landjäger (sí, suena rudo, pero sabe sabroso), y después lanzarte por un sándwich de brisket, pulled pork o suadero. También hay tacos de pastor negro, chicharrón con poblano y el famosísimo pambazo con brisket que todxs piden (literal, los ves pasear por el local como celebridades de pan).
Ojo: el menú cambia un poco entre sucursales. En Marsella hay más tacos y entrepanes; en Durango, más pizzas. Así que planifica tu antojo antes de lanzarte.

Para tomar, hay café de especialidad en varias presentaciones: espresso, cortado, flat white, latte de mazapán o de cajeta (sí, CAJETA). También hay cervezas artesanales en lata y de barril que rotan según la temporada, así que siempre hay algo nuevo para probar. ¿No eres chelero? No hay problema: tienen cocteles clásicos como el carajillo, negroni o espresso martini, y otros más creativos como el Brew Mojito (con cold brew), el One Punch Mango y el Entre Amigos. Si esto no es variedad, no sé qué lo sea.

Lo mejor de todo: en ambas sucursales se respira un ambiente relajado, sin pretensiones y con pura buena vibra. Así que ya sea para un desayuno tranquilo, una tarde con amigos o una noche de chelas y pan (¿por qué no?), Q’Pedro Pablo es un lugar al que vale la pena volver… y volver… y volver.
¿De a cómo y de a cuánto?
Costo por persona: De $100 a $300 pesos (dependerá de si pides comida, chela o café)
Página Web: restocafeybar.com
Instagram: instagram.com/cafeqpedropablo
Facebook: facebook.com/cafeqpedropablo
Sucursal Durango (Colonia Roma)
Dirección: Calle de Durango #108, Colonia Roma Norte, Ciudad de México, CDMX
Horario: Miércoles a lunes de 8:00 a 20:00 hrs.
Sucursal Marsella (Colonia Juárez)
Dirección: Calle de Marsella #74, Colonia Juárez, Ciudad de México, CDMX
Horario: Miércoles a lunes de 9:00 a 22:00 hrs., los domingos cierra a las 17:00 hrs.